¡Bienvenidos a Silicon Valley!


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Estamos 70 kilómetros al sur de San Francisco, en el llamado Silicon Valley o Valle del Silicio, meca para innovadores de todo el mundo. Aquí nacieron Google y Apple. Aquí encontró su acomodo Facebook.
Silicon Valley es un espacio de límites difusos ubicado en torno a la bahía de San Francisco, al sur de la ciudad, flanqueado por las montañas de Santa Cruz. Se suele decir que, más que un territorio concreto, es un concepto. Su nombre rinde homenaje al descubrimiento por parte del Nobel de Física William Bradford Shockley, en la década de los cincuenta, del semiconductor, el chip de silicio.

Una ancha avenida ordenada y reluciente, El Camino Real, surca el Valle y cruza las localidades de Menlo Park, sede de Facebook; Palo Alto, base de la Universidad de Stanford y Mountain View, cuartel general de Google. La avenida exhibe a sus costados hoteles, restaurantes caros y spas  que esperan tener como clientes a esos geniecillos llegados del mundo entero y que andan inventando cosas con sus ordenadores. A esos visionarios que sueñan con cambiar nuestras costumbres, además de engordar la cuenta corriente.

La autopista 101, que discurre entre El Camino Real y la bahía, conduce a San Francisco, un polo tecnológico dentro del polo. Un buen número de empresas del Valle se han trasladado allí, los alquileres son más baratos. La gente de menos de 30 años prefiere vivir en la ciudad y tomar el tren para trabajar.

Los emprendedores instalados en el Valle dicen que es un lugar en el que hay ansias de cambiar el mundo y de hacer cosas nuevas. En Silicon Valley también se encuentran los más ávidos inversores que buscan el pelotazo, la nueva gran revolución, esa que se produce cada cinco o diez años. Eso que allí se da en llamar the next big thing. O sea, el próximo gran fenómeno. 


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Existen espacios de innovación donde se comparte oficina con otros. En este rincón del planeta mucha gente trabaja de pie, e incluso se reúne de pie para reducir el tiempo. Un universo de individuos desbordados por sus agendas e hiperconectados, concentrados en el micromundo de su negocio startup con su teléfono o tableta navegando, tuiteando, intercambiando mensajes por WhatsApp con otros, pero sin hacer caso al que tienen al lado.

Aquí se encuentra a los socios y está el acceso a los fondos. Nunca sabes dónde y cuándo tendrás la oportunidad de presentar tu empresa, especialmente si estás buscando inversión, luego necesitas estar preparado. Los llamados business angel (inversores) se dedican a recibir a emprendedores. Escuchan lo que tienen que ofrecer y deciden si invierten. Del discurso apasionado y verbo rápido de los innovadores depende que consigan la financiación o no. 
Esos discursos rápidos e intensos es lo que se llama "elevator pitch".